Una orgonita es un dispositivo que genera y transforma energía vital, conocida como ki, chi, prana o akasha. Su función principal es neutralizar las energías perjudiciales, tanto naturales como artificiales. Elaborada artesanalmente en 29 pasos, la orgonita está compuesta por cuarzos y metales que crean un campo energético de 7 metros a su alrededor. Este dispositivo protege y transmute las energías negativas provenientes de la rejilla planetaria, las ondas Hartman y Curry, así como de los aparatos eléctricos y señales wifi. Además, la orgonita ayuda a transformar las emociones negativas almacenadas en el cuerpo y contribuye a relajar la mente, promoviendo un estado de paz y tranquilidad. Esto facilita un descanso profundo y armoniza el entorno, creando un espacio libre de energías desequilibradas, con un campo de protección de 30 metros.
 
Los chakras como vórtices de energía en el cuerpo humano, asociados tanto a funciones biológicas como emocionales. Cada chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj y tiene dos extremos conectados: uno en la parte frontal del cuerpo y otro en la espalda. La salud y evolución espiritual de una persona influye en la apertura, brillo y velocidad de giro de sus chakras, que se van abriendo progresivamente de abajo hacia arriba. Los chakras reaccionan a emociones intensas, aumentando su actividad y generando sensaciones físicas como hormigueo o dolor.
Los colores representativos de los chakras se alinean con el espectro visible, sugiriendo una posible relación entre las energías electromagnéticas percibidas como colores y las energías de los chakras.
las pirámides de orgonita, que son generadores y transmutadores de energía vital (como ki, chi o prana). Estas pirámides se utilizan para neutralizar energías negativas, creando un entorno armonizado y protegiendo un área de aproximadamente 35 m².