Aunque llevaba una vida “saludable”, me sentía desconectada, sin energía ni creatividad. Este detox intestinal de 6 días, basado en frutas vivas y oxígeno, no solo limpió mi cuerpo: me devolvió claridad, ligereza y conexión. Aquí te comparto todo.

En un mundo donde la intoxicación ya no es visible, sino invisible y constante, esta entrada revela las múltiples formas en que nuestro cuerpo está siendo invadido: desde lo que comemos hasta lo que respiramos, absorbemos o pensamos. No es para tener miedo, es para despertar. Solo al reconocer lo que nos afecta, podemos recuperar soberanía y comenzar a limpiar.

Vivimos en un mundo que intoxica el cuerpo, la mente y el alma. Esta entrada nos invita a cuestionar la normalización del malestar físico y a reconocer que el cuerpo no está roto, solo está saturado. Desintoxicar no es una moda: es un acto de soberanía. Un regreso a lo natural. Un camino de liberación profunda para reconectar con nuestra esencia más pura.

En un mundo que nos ha enseñado a buscar respuestas afuera, este texto nos recuerda una verdad esencial: el cuerpo no es un obstáculo en el camino espiritual, es el mapa. El vehículo que elegimos para experimentar la vida, y también el portal de regreso a nuestra esencia. A través de una reflexión íntima, esta entrada invita a mirar hacia adentro—no hacia la mente, sino hacia el cuerpo, como tecnología viva. ¿Y si el secreto que tanto buscamos siempre estuvo oculto justo ahi?

Un espacio para cuestionar lo establecido, desprogramar creencias y recordar la verdad que vive en el cuerpo. Aquí comparto reflexiones reales, profundas y sin adornos, sobre conciencia, salud integral, frecuencia, y el proceso de volver a lo esencial. No hablo desde la teoría, hablo desde la experiencia. Este no es un blog para consumir información; es un portal para activar memoria.